"Terapia de Conciencia Expandida"
una terapia del alma


Historias clinicas de ejemplo

Voy a tener un bebé

Laura Vino a la consulta con su marido, en realidad vinieron a hacer una terapia de pareja porque tenían problemas con su entorno, estaban casados hacía cuatro años y aún no habian decidido tener hijos.

En realidad Laura se sentía muy bien así, no tenía ningún apuro en quedar embarazada y Carlos respetaba su decisión aunque pronto se vio que no le disgustaría tener un hijo, pero Laura casi estalla ante la perspectiva de quedar embarazada.

Esta situación en realidad se repetía en la intimidad cada vez que alguna de las suegras o de las tías, o una vecina o, o, o.. les insinuaban: ¿Y para cuando? Es decir Laura sonreía, decía que no tenían apuro que querían disfrutar la vida en pareja pero luego a solas con Carlos disparaba toda su ira sobre él que no había abierto la boca siquiera.

Dado que quien se sentía presionada era Laura decidimos trabajar con ella en primer instancia ya que Carlos no parecía tener conflicto alguno con la situación y en todo caso él estaba dispuesto a esperar a Laura todo lo que hiciera falta.

En la siguiente sesión Laura estaba nerviosa y me aclaró de entrada que nada de lo que le dijera la convencería de quedar embarazada. Le aclaré que ese no era mi objetivo en absoluto, que lo que en realidad me llamaba la atención era su enojo ante ese tema ya que conocía muchas parejas que habían estirado su luna de miel como 5 años pero nunca se habían enojado por ello. Reímos y algo mas distendida se recostó en el diván y comenzó a contarme de su infancia, adolescencia etc. Dado que el humor le sentaba bien la interrumpí diciéndole que dejáramos hechos tan recientes y ella lo interpretó como broma y me preguntó que quería que me contara. Le pedí que me contara de su matrimonio y todo cuanto dijo hablaba de una relación excelente y sin nubarrones en el horizonte de modo que la inseguridad no parecía ser la llave de sus enojos.

Pregunté si conocía a alguien que hubiera tenido problemas con embarazos o historias familiares traumáticas y por el contrario provenía de una familia dedicada a la procreación, con muchos hijos y con esos hijos como paradigma de la felicidad. Tanto su mamá como sus hermanas mayores, tías, primas y relaciones tenían varios hijos y parecían muy felices de ello.

A la sesión siguiente decidí concentrarme mas en la rabia de Laura y no en el motivo, le pedí que me narrara alguno de sus ataques de ira y tras narrarlo se echó a reír divertida por lo ridículo que le resultaba pero avergonzada de no poder evitarlo, le pedí que tratara de recordar su ira, de sentirla pero nada, se reía mas aún recordando la expresión de Carlos la primera vez que le atacó así. Le pregunté entonces por sus sensaciones cuando le insisten en su embarazo y ahí si dejó de reír, su cara no era de ira sino de angustia, hasta le costaba respirar:

- No, no quiero hablar de eso.

- ¿De qué no querés hablar?

- De quedar embarazada

- ¿Por qué?

- No quiero morir, no quiero!!

- No estamos hablando de morir, ¿Por qué pensás que vas a morir?

- Decí lo que sientas

- Decilo, lo primero que te venga a la mente

- Sí, decilo, sí...

- mucho dolor, pero valdrá la pena

- ¿Qué cosa?

- mi hijo, me duele mucho pero él va a nacer...

- Que más sentís

- mucha debilidad, ...ya no siento el cuerpo, muy débil no lo voy a poder ver... me voy a morir antes de verlo (sollozos)

- sentí lo que pasa, que más, seguí adelante, lo estás haciendo muy bien, seguí... Se irguió de repente, con los ojos aterrados e incrédulos, ¿Qué dije, soñé despierta, qué es esto?

- No sé, está dentro tuyo y está relacionado con el embarazo y con tu angustia, ya lo sabremos a su debido tiempo, relajate, descansá.

El resto de la sesión lo dedicamos a relajarla y a confortarla, cuando se tranquilizó la dejé ir.

A la siguiente sesión Laura vino con expresión decidida.

- Quiero saber que fue lo que pasó en la sesión anterior.

- No tengo la bola de cristal, está dentro tuyo, vos misma me lo vas a contar si querés, si podés, por lo pronto recostate en el diván y vamos a probar.

Con ejercicios de respiración la fui relajando de a poco hasta que consideré que estaba más tranquila y le pedí que tratara de recordar la angustia de la sesión anterior... Poco a poco volvió el clima de angustia y desesperación, pero ahora menos dramático.

- ¿Dónde estás?...

- Es una habitación en penumbras, y estoy sola.

- y que pasa, contame, que sentís, dale, lo primero que te venga a la mente...

- Llegó el momento, siento muchos dolores, pero estoy sola, lo voy a tener que hacer sola...

- ¿Qué cosa vas a tener que hacer sola?

- Tener a mi bebé... no sé muy bien como será, si me tengo que acostar, no sé qué debo hacer, me duele mucho...

- sentí, que pasa luego

- es como hacer caca, no puede parar, me duele mucho y de golpe me siento muy débil, me siento mojada, es algo tibio, primero creo que me hice pis, después es pegajoso y caliente...

- seguí, que más, seguí adelante, lo estás haciendo muy bien, seguí...

- Salió pero no puedo mas me caigo y quedo tendida, cada vez más débil, oigo un llanto apenas.

- qué más, seguí adelante, seguí...

- Mucho dolor, quiero llorar y no tengo fuerzas ni para ello.

- Si... Lo estás haciendo muy bien seguí...

- mi bebé, no lo voy a ver, no lo puedo ayudar, siento que me voy a morir y si no viene alguien pronto él también, y eso me angustia mucho, yo no importo me angustio por él...

- Si hubieras tomado una desición en ese momento que estuviera afectando tu vida actual; ¿Cual sería?

- Nunca más quedar embarazada...

- Y ahora en esta vida; ¿tiene sentido esta desición?

- No...

- Sentí la angustia, sentí, ¿qué sentís ahora?

- Ya no hay dolor, veo todo a mí alrededor, veo mi bebé llorar, y ...

- Si, que ves seguí...

- Yo estoy al lado, no, no soy yo, soy distinta pero soy yo, o era, no sé estoy al lado sin moverme, parecería que muerta...

- ¿Qué más ves?

- Me angustio mucho. No sé si alguien llegará para atender al bebé...

- ¿Qué más ves? Seguí adelante...

- Lo estás haciendo muy bien, seguí...

- No veo nada mas, no puedo.

- tratá,

- No sé

- ¿Y si supieras?

- no sé, pero me siento mejor, más tranquila, no tengo angustia...

Viendo que Laura se había aliviado de la angustia la relajé, la hice recuperar de apoco la realidad y luego charlamos sobre lo que había vivido, ella apenas daba crédito a su relato, pero no lo negaba, comenzó a asumirlo de a poco y dio algunos detalles mas, contó que las vestimentas parecían sucias y antiguas y el lugar muy desordenado y sucio, sin muebles casi.

A la siguiente sesión Laura vino convencida, no sabía cuando había sucedido aquello pero "sucedió, no tengo dudas que esa era yo"

Rápidamente entró en regresión pero esta vez no se vio como una parturienta en dificultades, esta vez se veía como un bebé, recién nacido, se sentía muy tibio y a gusto en brazos de su mamá. Pero algo lo separó de ella y ya no volvió a sentirla más, como si hubiera desaparecido creía que había muerto, estaba segura de ello.

En la 4ª sesión Laura pudo ver el final de la historia, vio que un hombre entraba y rápidamente se hacía cargo del bebé cortando el cordón, que la atendía a ella pero al darse cuenta que estaba muerta rompía en sollozos y así llorando lavaba y abrigaba al bebé...

Le indiqué entonces que comprendiera que esa vida ya había concluido y que no tenía por qué repetirse, la hice perdonarse y aceptar que no era culpa suya, que en realidad fue una circunstancia desafortunada pero nada más... le pedí que reviviera la escena otra vez y esta vez lo hizo sin angustia casi, entonces le pedí que en esta vida avanzara unos mese mas adelante del presente, que se viera a sí misma y me contara, comenzó a sonreír con felicidad, una felicidad que las mujeres conocemos muy bien y exclamo: Oia,

- ¿Que ves?

- me veo gorda, embarazada...

- ¿Cómo te sentís?

- Tranquila, feliz

- ¿Podés sentir la panza?

- Si

- Acariciala

- (hace el gesto de acariciarla, y eso ensancha aún mas su felicidad) Oops...

- ¿Que?

- Me pateó...

Lic. Viviana Cheistwer


¿Querés leer otro caso?



Top Arrow

Seguime en Facebook

facebook

Testimonios

Lorena Grondona (29) Mayo 2007

Bueno, cómo llegué al consultorio de Viviana?

Porque llegué a un punto donde necesitaba ayuda o guía de alguien...

María del Carmen

Estoy contenta de haber estado porque la película me hizo ver que tengo que ser positiva, me enseño que tengo que hacer, como pensar y que tengo que valorar lo que soy.

Tapping

tapping